lunes

Moralismos académicos

Tapo mis granos con el barro de la experiencia, pero ahí están,

Escondo mi niñez con el manto ajeno de las palabras recitadas,

Creo encontrar allí personalidad y juego un rato al oficio divino de rimar,

Pero los frenos de la envidia me sujetan y caigo al terreno blando de comparar,

Husmeo en la oscuridad esperando que caigan los que respiran liberados,

Mi mirada recorre la vida jactanciosa, sabiéndose límite del mundo,

Me sostengo un rato más, apilo un par de libros y subo al escupidero a declarar insanidad mundial.

Vuelvo al suelo. Vuelvo a bajar la remera manchada para esconder mi panza. Vuelvo a mi.

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