miércoles

Un verso al tras-pasado

Mientras Sabina nos erutaba los oídos, yo te inundaba la boca de flores blancas,
un riego de pétalos bastardos de padre y madre, que caían en el tobogán equivocado.

No había grandes síntomas entre nosotros. Eramos apenas unas líneas de fiebre,
pero como dolió desembarazarme de tu abrazo.

Fui la verdura podrida en la heladera que resultaste ser....