martes

El otoño que te mostró...

El invierno que supo abrazarme, se rindió ante la primavera de tus ojos,
y en mi piel los temores estallaron con tus besos de sol de siesta.

En el remanso de tu sonrisa se escondía el secreto de mi alegría
y el cielo desde el que mirás, abrigó mi sentir.

Entre tostadas y mates me esperaba el cuento para el que había nacido
y vos traspapelada, en el habito de tenerte cerca.

lunes

De rasgar en tu puerta...

Camuflada en pechos de niña, me esperaba la mujer más grande.
Tímido, fui sólo lengua que descendió a tu vientre para ver amanecer,
y allí, el jazmín se abrió para darle lugar al sol.

Alumbrado, quemé los tapujos y desaté mi cardo en tu tierno pasto
mientras con tu sutil riego de agua, sellabas la unión.

Los respiros apresurados marcaban un pulso compartido hasta que
sentí tu tierra húmeda acobijar el azúcar que desprendió de mí...