lunes

El anuncio corporal que no escuché

Las mariposas salen de esa boca destinadas a derretirse contra la pared del devenir,

revolotean colores en mis orejas y al marcar la hora 24 se oxidan en el olvido.

Sonríe la angustia con la pala lista para empezar a cavar en mi pecho.

Y va revoleando las ilusiones, abriéndole espacio a su gélido respirar.

¿Con tantos cabos sueltos pretendías envolverme en un cariño de oferta?.

Llegará el amanecer en que las golondrinas tapen el sol,

me pregunto si en la oscuridad también te elegiría...

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