martes

Palabras que un caballero no debería escribir.

De cuando eramos un beso que siempre cotizaba en alza.
De cuando no corríamos tras el éxito de la novedad
 y nos quedábamos en el viejo abrazo.

Los cínicos, de tanto reírse, pasaban sus domingos acariciando un teclado,
mientras nosotros nos fundíamos en esa metáfora hueca que fue amarnos.

No había dólares que te separen de tus sueños,
ni extrañabas un Blackcberry.

Después, cuando tus tetas ya no contenían ese gusto a juego,
cuando había que hacer una cita para sacarte esa ropa de secretaria ejecutiva,
Cuando "los de barba" pasaron a ser desprolijos, en lugar de compañeros de la facultad.

Ahí, te fuiste dos veces:

Primero te ahogaste en tu nuevo ser,
para cumplir los sueños de tus padres de clase media.

Y después corriste a los brazos del hombre de pantalón pinzado y celular en la cintura.
Viste en la altura de su cinturón, la oportunidad para trepar en esta estúpida carrera.

Lo cierto, es que aún seguís tomándote el mismo colectivo que yo.
Y en mis ojos está el testimonio de los cimientos de esa escultura que construiste.
Yo sé que hay barro, como en todo el resto,
aunque te reciba con un: "Buen día, ¿cómo estás?".

http://www.youtube.com/watch?v=oQHgS0C5jWc