Estoy listo para cortar los cables que atrasan las horas,
para deshacer esta comida a base de sintético,
jugar un rato en la rueda de la muerte, que me proponen,
y abandonarme en la canoa que me lleva al río del olvido.
Tomar la pastilla y festejar la modernidad envasada,
saltar, llorar, reír y gritar en un baile desquiciado,
como un niño sin su regalo de cumpleaños.
Viento, traeme algo que conquiste mis sentidos,
deja de proponerme plásticos y vidrios.
Salvame de la tortura de oler cemento y amoniaco,
deja que me levante ante esta maquinaria y grite basta.
Soltate el pelo, dame la mano y corre conmigo,
granadas lloverán entre nosotros como pétalos de otoño.
Deja que desangre a tu lado, que trituren mis huesos y mis manos,
que prenderé este sentir inagotable y estallarán los envases por los aíres.