lunes

como esperando flores en otoño...

En esta orilla la fragilidad reina entre un pasado imperfecto y un presente de quizás,
y vuelves a morder tus labios para frenar las palabras en secreto compartidas.

Los oídos en su histeria empírica reclaman lo que no llega,
y en el fondo la muerte nos devora sin remedio.
El tiempo juega en su urgente melodía de segundos que fallecen uno tras otro,
y quedará virgen tu boca en el desatinado plan de no traducir al sentir.

Como un niño en día de cumpleaños, mi sonrisa se irá quebrando con el paso de las horas,
pues tu regalo, a lo mejor, quedará solo en envoltorios....

No hay comentarios:

Publicar un comentario